El torero cogió la muletilla, se encasquetó el sombrero, una vez embutido su cuerpo en el traje de luces, de un azul muy brillante mezclado con rosa y oro ; avanzó por el camino del ruedo dispuesto a alcanzar la gloria, que eso es un verdadero torero, el que pelea por la vida. Pero no más salir, el ruido intermitente de la plaza y aquellos comentarios de fondo distrajeron de tal manera su atención, que se quedó parado y en blanco, los brillos opacos, la valentía frustrada y la hazaña,.... bueno, la hazaña sin guión alguno.
Haydée Acosta Godoy
Tema: torero
3/ nov./ 2011
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