Escribir…
Estás ante mí, pautado como un pentagrama vacio, sin notas ni figuras ni clave. Veintitrés pautas azules, que flanquean los límites de mares oscuros donde la tinta oscurece los miedos, dándoles claridad y los eleva hacia la luz.
Estás ante mí, en blanco, como un recién nacido que se abre a la vida, sin saber cómo se plantea el minuto a minuto del tiempo que dispone. Vivir es una aventura plagada de arenales y escollos, algunas olas restan peligros con la pleamar, pero tienden trampas mortales con la bajamar. Los naufragios se producen en ese compás donde las olas danzan de la mano del viento y de la tracción de la luna. Encallada en los escollos se quedó una fragata tripulada por un aprendiz de pirata por creer en su intuición y hoy camina mutilado con su pata de palo por el vigésimo renglón.
Con su ritmo acostumbrado la vida fluye en cada giro, en cada trazo. En ocasiones las palabras se detienen, se atascan, se pierden en esta aventura del papel en blanco, pautado en ocasiones o a cuadros. Escribir es una aventura cuando te pierdes por esos mundos mágicos a lomos de un rotulador, rebuscando por las teclas o patinando con la pluma de un pelícano por las sendas de la imaginación.
Escribir… La aventura de escribir.
Escribir… La aventura de escribir.
Ildefonso Gómez Sánchez
10/11/2009
Escritos a Vuela Pluma
Tema: La Aventura de Escribir.
Solamente un espacio separa esta nada del final de la idea. Solamente un susurro de vacío que se entona al mover los dedos. Solamente. Algo.
ResponderEliminarLa idea revolotea, en ocasiones, en la espiral que se genera de la nada y el fluir de la tinta plasma la fuerza que imprimen los dedos y así toma vida el alma del mensaje que entretejen las palabras.
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